Cuando Julio César llegó a Inglaterra, a los indígenas ya tenían flotas y fuertes caballos. No se sabe mucho acerca de lo que hoy se llama ahora el Pony celta. Dependiendo de qué libro leer, el Pony Celtic parecía a la muy rara Exmoor pony, el caballo asturiano del norte de España o incluso el Tarpan. Sin embargo, se desconoce si esta última era una especie equina separadas en lugar de una raza.
Probablemente un promedio de 12 a 13 manos de altura, tenía espaldas nivel, cofres profundos, cuellos gruesos y abundantes crines y colas para protegerse del clima Celtic inconstante. Probablemente eran mayormente de color oscuro, con tendencia a bahías y Duns. Una cosa que sí se sabe es que eran extremadamente cómoda para montar. En lugar de trotar, que ambled (que también es llamado a veces confusamente un ritmo.) Eran tan común que probablemente nadie nunca pensó que desaparecerían.